Los antiguos chinos creían que los seres humanos fuimos creados para servir de unión entre el cielo y la tierra, siendo el canal para que circulara su energía.
Imaginaban la energía del cielo como un metal dorado, líquido, brillante, que bajaba del cielo y cubría y llenaba a los seres que estaban listos para recibirla, impregnando cada una de sus células, cada uno de sus átomos, armonizándolos, y de ahí descendía hasta llegar al centro de la tierra donde encontraba a la energía de la tierra, color verde esmeralda, como un metal verde esmeralda líquido, en movimiento y se mezclaba con ella. Entonces, la energía de la tierra subía por el mismo camino hasta llegar a los hombres que la podían recibir y los cubría por fuera al mismo tiempo que los llenaba por dentro, fortaleciéndolos.
Las dos energías mezcladas y circulando hacia arriba y hacia abajo, armonizaban y fortalecían a los humanos que las recibían manteniéndolos en equilibrio y con salud perfectos. También ablandaban su corazón, limpiándolo de todas las emociones que les pudieran estorbar para vivir con sabiduría, amor, alegría y paz interior.
Lo único que necesitas para convertirte en canal para conectar el cielo y la tierra adentro de ti, es desearlo con el corazón e imaginar que las dos energías ya están circulando a través de tu cuerpo.
Escrito por: Dra. Teresa Robles. Ver biografía aquí
Thanks for your blog, nice to read. Do not stop.